domingo, 12 de mayo de 2019

Científicos en la Historia de la Tabla Periódica: Moseley

La aportación científica de  Henry Moseley a la Tabla Periódica es su ordenación en orden creciente del número atómico, Z, que indica el número de protones que tiene un átomo y coincide con el número de electrones si el átomo es neutro.


En 1913 descubrió la ley sobre los números atómicos de los elementos químicos, es una ley empírica que relaciona la longitud de onda de los rayos X emitidos por los distintos átomos con su número atómico. La Ley de Moseley se enuncia: "la raíz cuadrada de la frecuencia de los rayos X producidos cuando un elemento se bombardea con rayos catódicos es proporcional al número atómico del elemento" 


Esta aportación fue muy importante, hasta entonces, el número atómico solo era el lugar que ocupaban los elementos en la Tabla y había sido asignado semiarbitrariamente por Mendeleiev que había ordenado el Sistema Periódico por orden creciente de sus masas atómicas, habiendo elementos que no seguían este orden creciente, como son argón y potasio. Además, la ventaja de la ordenación de Moseley y del hecho que ahora el número atómico tenía sentido físico es que podía determinarse en número de cargas positivas del núcleo del átomo y su número de electrones tan solo con conocer la posición que ocupa en la Tabla.

Moseley estudió las radiaciones de los rayos X sobre distintos cristales de metales utilizando los estudios de Henry Bragg que había demostrado que los rayos procedían de metales usados como anticátodos en los tubos de rayos X y Max von Laue que demostró que las frecuencias de los rayos X podían calcularse por técnicas de difracción cristalográfica.

Diagrama de Laue de un cristal

Moseley nació en 1887 en la costa sur de Inglaterra. Se graduó en la Universidad de Oxford en 1910. Sus estudios sobre los rayos X y su relación con los distintos elementos químicos los realizó en la Universidad de Manchester donde se encontraba Ernest Rutherford. 

En 1914 decidió marcharse otra vez a Oxford para seguir con sus investigaciones, pero estalló la Primera Guerra Mundial y se alistó en la división Royal Engineers. El 10 de agosto de 1915 en la batalla de Gallipoli, cayeron muchos soldados. En el reconocimiento de cadáveres, se encontró que uno de los caídos era Henry Moseley que ya había empezado a ser reconocido en el mundo científico. Murió por un tiro en la cabeza a manos de un francotirador cuando estaba telegrafiando una orden. Tenía 27 años y dejó una prometedora carrera brillante como científico sin acabar, se ha privado a la humanidad de otras probables investigaciones que hubiesen contribuido a la mejora de la sociedad.

En la Segunda Guerra Mundial y hasta ahora, el gobierno inglés prohíbe el alistamiento de importantes científicos en el ejército en época de guerra, se ha especulado que la  razón es la muerte prematura de Moseley en el campo de batalla, causando una gran pérdida. Con sus estudios, a pesar de su temprana edad, hubiese sido merecedor de un Premio Nobel, con su muerte no lo pudo conseguir, ya que este premio no se concede a título póstumo.

Fuente: biografíasyvidas.com
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