En 1º de Bachillerato hemos estudiado las propiedades coligativas de las disoluciones (aquéllas que solo dependen de la concentración).
Una de estas propiedades es el descenso crioscópico de la disolución frente al disolvente puro, es decir, en la disolución se produce una disminución del punto de congelación con respecto al disolvente puro.
Por ejemplo, el agua posee un punto de congelación de 0 ºC. Si añadimos una sal, esta temperatura disminuye. Esta propiedad se aplica estos días de frío en nuestras ciudades y carreteras. Todos hemos observado como se añade grandes cantidades de sal en las calles, autovías o carreteras secundarias con el objeto de evitar que se produzcan placas de hielo.
La explicación es muy sencilla, al añadir sal, el agua ya no congela a 0 ºC, sino que lo hace a temperaturas más bajas, si la concentración de sal es elevada esa temperatura es muy baja y solamente si se alcanzasen temperaturas extremas de frío se formarían las peligrosas placas de hielo.
En la imagen se observa una calle donde se ha esparcido sal.
Un operario echa sal a la carretera.
La disminución de la temperatura del disolvente puro con respecto a la disolución es proporcional a la molalidad m y a la constante crioscópica del disolvente.
Las constantes crioscópicas están tabuladas. Existen tablas donde se recogen para distintos disolventes.