En un programa de televisión se escenifica una entrevista a dos elementos químicos: la plata y el rodio. El resultado es muy interesante y completo, aprendiendo de forma amena datos relevantes de estos dos elementos.
ENTREVISTA IMPOSIBLE PLATA Y RODIO
E: Muy buenas tardes a todos, hoy estamos aquí, en el
gran esperado estreno de: “ABI ENSEÑA, ABI ENTRETETIENE”.
El primer campo del que vamos a hablar es conocido
mayormente por la realización de emocionantes experimentos, la química. Sin
embargo, hoy veremos algo que todos los estudiantes conocen perfectamente, la
tabla periódica de los elementos.
Por lo tanto, hemos traído al plató a varios elementos
químicos. Os preguntaréis cómo hemos hecho esto, pero en realidad, ni nosotros
sabemos cómo ha ocurrido (se ríe).
En primer lugar, demos la bienvenida al metal que tanto
conocemos, ¡LA PLATA!
(Entra la plata al plató)
E: ¡Bienvenida! ¿Qué tal ha sido su viaje? Siéntese.
P: (Se sienta) ¡Buenas! El viaje ha sido algo extraño, ya
que no estoy entendiendo nada de lo que está pasando. Lo mejor del viaje es
haber conocido al otro elemento invitado, pues no había tenido oportunidad de
hablar con él antes porque la distancia que nos separaba era demasiado grande.
Por cierto, muchas gracias por invitarme para hablar de
mí misma porque es algo que me gusta bastante.
E: Quién mejor que la plata para hablar sobre ella misma.
Entonces, usted lleva siendo un metal muy importante desde los inicios de
nuestra historia. ¿Podría contarnos algo sobre su origen y quién la descubrió?
P: Me descubrieron hace mucho tiempo, aunque podemos
saber, gracias a unos depósitos de escombros en Asia Menor y las islas del Mar
Egeo, que el ser humano aprendió a separarme del plomo alrededor del año 3000
a.C. Se sabe que se me utilizó para la realización de armas de guerra y en la
manufactura de utensilios y ornamentos.
Dos de las personas a las que se le pueden reconocer como
mis descubridores son Juan Díaz de Solís y Sebastián Caboto. Esto se debe a sus
expediciones al Río de la Plata, llamado así por Caboto. Sin embargo, años
antes Juan Díaz de Solís descubrió este río en Sudamérica y lo nombró río de
Solís.
Caboto también llevaría a España la leyenda de “la sierra
de Plata y las tierras del Rey Blanco”, aunque nunca se demostrase que la
montaña fuese rica en vetas de plata.
E: Todo lo que nos ha contado es muy interesante, aunque
me gustaría saber también el origen de su nombre y su símbolo.
P: Claro, se me había olvidado esa parte. Mi nombre viene
del adjetivo “plattus” del latín medieval, lo cual significa ancho y aplanado.
Este nombre también se utilizó para nombrar los lingotes de metal que los
romanos llamaron “argentum”, de ahí viene que mi símbolo sea Ag.
E: Lo siguiente que me gustaría saber es dónde y cómo se
encuentra en la naturaleza, y cómo se obtiene.
P: Me podéis encontrar como un elemento libre o mezclada
con otros metales. Aunque prefiero estar en minerales con compuestos de plata,
y principalmente se me obtiene como subproducto por la extracción de otros
minerales como cobre y plomo.
E: Perfecto. Ahora pasamos a la parte que, probablemente,
conozcan los estudiantes de secundaria. ¿Nos podría decir ciertos datos sobre
usted como elemento químico?
P: También se me conoce con el símbolo Ag, mi número
atómico es el 47, por lo que me encuentro en el grupo 11 y en la familia de los
metales de transición, y mi masa atómica es 107’8683 u.
Tengo diversas propiedades, comenzaré con las físicas.
Soy un metal blanco, brillante, dúctil y maleable, con una dureza entre 2’5 y 3
en la escala de Mohs. No es por creerme nada, pero soy el mejor conductor de la
electricidad y el calor, y el que mejor refleja la luz.
Hablando de propiedades químicas, si soy pura, no sufro
ninguna alteración al calentarme y enfriarme. Resisto muy bien a varios ácidos
y el que me disuelve con mayor facilidad es el nítrico.
E: ¡Me está terminando de convencer del maravilloso
elemento que es la plata! Así que, tras hablar cómo se obtiene y sus diversas
propiedades, ¿para qué se utiliza este metal?
P: Todos conocemos mi importancia en la joyería y la
platería, pero, además tengo otros usos: me utilizaban en armas blancas, como
espadas; fotografía; en medicina, por ejemplo en odontología; electricidad;
electrónica, en el montaje de ordenadores; y la fabricación de espejos y
monedas, entre otros.
E: ¡No puedo creer que tenga tantas aplicaciones! Pero,
tendrá que tener también algo malo, ¿verdad? ¿Cuáles son sus efectos sobre el
medio ambiente, su toxicidad y las precauciones que hay que tomar cuando
estamos ante usted?
P: ¡Yo no provoco ningún efecto importante sobre el medio
ambiente, ni sobre los organismos que habitan en él! Bueno, en realidad conmigo
no suele haber ningún inconveniente, pero mis sales solubles son algo tóxicas.
Por ejemplo, si estuviesen en contacto con los ojos, podría ocasionar daños en
la córnea, y si estuviesen en contacto con la piel, causarían irritación en la
piel. Otro efecto, no confirmado, hacia los seres humanos es que la
sobreexposición crónica a componentes de la plata podría causar anomalías
cardíacas y daños cerebrales y del sistema nervioso.
E: Intentaré no acercarme demasiado a esas pequeñas
sustancias. Ahora, si no tiene nada más que contarnos, me gustaría darle las
gracias por venir al estreno de este programa y hacer que aprendamos tanto
sobre la plata.
P: A vosotros por invitarme. (Sale del plató)
E: Bueno, pues en segundo y último lugar, demos la
bienvenida al rodio. (Comienza a aplaudir)
(El rodio entra al plató) E: Bienvenido, es un placer que se encuentre hoy aquí con
nosotros.
R: Muchas gracias, el placer es mío.
E: Entonces, ¿el viaje con la plata ha estado
entretenido? (Se ríe)
R: Sí, hemos pasado hablando todo el viaje. No me
importaría estar más cerca de ella en el vecindario.
E: ¡Maravilloso! Entonces, ¿comenzamos con la entrevista?
R: Claro que sí, ¿qué quiere saber?
E: Podría empezar contándonos quién la descubrió, cómo y
cuándo fue.
R: Mi descubrimiento fue mucho después del de la plata.
Me descubrió William Hyde Wollaston, en Inglaterra, en 1803. Sin embargo, me
descubrieron en un mineral de platino bruto procedente de Sudamérica.
Me descubrieron poco después de haber descubierto a mi
vecino, el paladio. Es un elemento muy simpático, podríais invitarlo en alguna
otra entrega. (La presentadora le mira y asiente)
Bueno, continuo. Para ello se disolvió el mineral en agua
regia, una mezcla de ácido clorhídrico y nítrico, neutralizando el exceso de
ácido con hidróxido sódico y, precipitando el platino tratándolo con cloruro
amónico, se originó cloroplatinato de amonio. El paladio fue eliminado en forma
de cianuro de paladio, tratándolo con cianuro mercúrico. El material resultante
tenía color rojo y contenía cloruro de rodio. Finalmente, el rodio se obtuvo
mediante reducción de la sal con hidrógeno.
E: ¡Vaya descubrimiento más complejo! Me apunto la
recomendación de invitar al paladio. ¿Puede indicarnos dónde se encuentra en la
naturaleza?
R: Donde hay más probabilidades de encontrarme es en
Sudáfrica. Sin embargo, sólo se me puede obtener como subproductos de otros
minerales, por ejemplo, del platino.
E: Parece usted un metal bastante escaso, ¿verdad?
R: Sí, la verdad es que soy muy escaso. Además, se me
considera el metal más valioso del mundo, he llegado a alcanzar los 2300
dólares por onza.
E: ¿Es enserio? Eso debe ser en parte por sus usos ¿no?
R: ¡Claro! Me utilizan para recubrir otros metales y así
crear un material muy duro, reflectante y útil para instrumentos ópticos,
cámaras, espejos. También me emplean en joyería, para recubrir oro blanco; me
utilizan como catalizador en procesos de hidrogenación; como galvanizado, para
recubrir productos y hacerlos resistentes al desgaste; y aleado con platino y
paladio en la fabricación de piezas como bujes y bujías.
E: Hablando de ti como elemento químico, ¿qué nos podrías
contar?
R: También se me conoce con el símbolo Rh, mi número
atómico es 45 y mi número másico es 103. Por lo tanto, me encuentro en el grupo
9 y soy un metal de transición. Mi masa atómica es igual a 102,90550 u.
Hablando de mis propiedades, las voy a dividir en físicas
y químicas.
Voy a comenzar con las físicas. Soy un metal de color
blanco y plateado, blando, dúctil y con textura metálica. Además, es un buen
conductor térmico y eléctrico. Mi punto de ebullición se encuentra en los
3695ºC y el de fusión a los 1964ºC. Tengo un índice de dureza de 6 en la escala
de Mohs y mi densidad es de 12450 kg/m3.
En cuanto a químicas, no me oxido al estar en contacto
con el aire, aunque puedo oxidarme bajo estados de oxidación +2. Tampoco me
disuelvo al estar en contacto con agua.
E: ¡Qué maravilloso metal! Lo último que me gustaría
saber son las precauciones que hay que tomar al estar en contacto contigo y tu
toxicidad.
R: La verdad es que algo tóxico sí que soy. Todos mis
compuestos son considerados altamente tóxicos y carcinógenos, además manchan la
piel fuertemente. También soy bastante inflamable.
Mis efectos sobre la salud humana no han sido
investigados y, por lo tanto, se debe tomar la máxima precaución al estar en
contacto conmigo.
E: Tengo una última pregunta, ¿te molesta mucho que te
confundan con el radio al tener nombres tan parecidos?
R: Sí, la verdad es que es bastante molesto que te
confundan una y otra vez con otro metal y que sea mucho más famoso que tú. Sin
embargo, lo comprendo, porque es un metal muy simpático y extrovertido.
E: Espero que se lo haya pasado bien y que nos volvamos a
ver pronto. Ha sido un placer.
R: El placer ha sido mío, gracias por invitarme.
(Sale del plató)
E: Y hasta aquí el programa de hoy. Espero que os haya
encantado el estreno de este maravilloso programa y nos volvemos a ver el lunes
que viene.
(Se acaba el programa)
Autora: Alba Gómez Román.