Existen muchas situaciones cotidianas donde se produce una reacción química ácido - base.
Son responsables del deterioro de los documentos impresos. Durante el siglo XIX, en las publicaciones, se agregaba sulfato de aluminio al papel con el objetivo de mejorar la fijación de la tinta.
Este compuesto, debido a la humedad del ambiente, sufre una reacción de hidrólisis. El ion de aluminio trivalente hexahidratado de la sal acepta dos aniones hidróxido del agua quedando en disolución protones, generando pH ácido.
La celulosa del papel se descompone en medio ácido, puede llegar a degradarse hasta glucosa si el medio es fuertemente ácido. Así, la conservación de documentos antiguos es complejo, ya que no es fácil neutralizar la acidez. Se utilizan fijadores con pH básico para evitar este problema.
Otra curiosidad sobre la acidez se presenta en la diferencia entre el veneno de las abejas y las avispas.
El veneno de las avispas tiene carácter básico, por lo que para tratar su picadura conviene aplicarse una sustancia ácida como barro (ácido salicílico), vinagre o limón.
Por el contrario, el veneno de las abejas es ácido, y ante una picadura deberemos tratarnos con una sustancia básica, como el hidrogenocarbonato de sodio.
También el pH afecta al color que presentan las hortensias. Dependiendo de la acidez o alcalinidad del suelo, las flores adquieren una tonalidad u otra.
Si el suelo tiene pH ácido, la coloración es azul.
Si el suelo tiene pH básico, la coloración es rosa.
Podemos pensar que no es casualidad que las abejas puedan posarse tranquilamente sobre una hortensia azul.
Haciendo un poco de historia, también la clasificación de las sustancias químicas como ácidas y básicas tiene sus curiosidades. Inicialmente se basaba en la diferencia en sus propiedades tales como agrio (ácido) o amargo (básico). Boyle utilizó el cambio de color que experimentaban ciertos indicadores naturales cuando el medio de reacción era ácido o básico. Lavoisier, por ejemplo, defendía que los ácidos contenían oxígeno.
Svante August Arrhenius utilizó conceptos de reacción química para clasificar estas sustancias. Propuso la existencia de iones positivos y negativos en las disoluciones acuosas de ácidos y bases y de las sales (electrolitos) para explicar su conductividad eléctrica.
Presentó su tesis doctoral en 1884, enunció su teoría iónica, esta fue demasiada revolucionaria y, por no suspenderle, le calificaron con la mínima nota.
Lejos de desanimarse continuó trabajando y en 1887 presentó Una teoría sobre la disociación electrolítica, con la que por primera vez se estableció la relación entre la fuerza de un ácido y su capacidad de disociarse. El reconocimiento social le llegó en 1903 cuando recibió el premio Nobel de Química.
Fuente: Proyecto Saber Hacer
Química Serie Investiga